A las 22:45 llegábamos a Chenai con Air Vistara que como os he dicho anteriormente, muchísimo mejor que la otra compañía de allí que es Indigo, así es que si tenéis la posibilidad de elegir, en Vistara te incluye comida o cena y refrescos, en Indigo absolutamente nada de nada.
Aquí en el aeropuerto cogimos un tuk tuk con Uber porque nos daba mucho mejor precio que el que nos pedían en el aeropuerto, todos los que se acercaban.
En la misma puerta del aeropuerto solo hay taxis, tenéis que andar 5 minutos y encontrareis la zona con decenas de tuk tuk, si no la veis preguntad a cualquiera que pase por ahí cerca.
Por 162 rupias nos llevó un tuk tuk de Uber al hotel. Este hotel junto con el de Agra fueron los mejores hoteles de todo el viaje. Aquí os dejo los datos.
The Raintree, Anna Salai 636, Anna Salai, Teynampet,T – Nagar,Chennai, 600018, IndiaTeléfono: +91 44 2830 9999
El desayuno bufet de este hotel fue el mejor. Dos noches nos costaron 153€ con desayuno incluido.
La razón por la que vinimos a Chennai fue únicamente para ayudar a una ONG con la que había contactado desde Zaragoza, por error el centro de refugiados que íbamos a visitar, ya no estaba en Chennai, así es que decidimos ese mismo dinero entregarlo algún sitio local que creyésemos que iba a ser realmente útil, tras unas cuantas horas de investigación por la red, encontré una opción que me pareció la mejor de todas y era entregarla a un orfanato regido por director@donboscoanbuillam.org nos cruzamos varios correos antes de llegar allí, le pedí que me explicará en qué podía usar ese dinero, me dijo que tanto niños como niña se sentaban en el suelo porque no tenían sillas, y que atender toda la clase sentado en el suelo era muy pesado.
Quedamos en que les iba a comprar sillas para ambos orfanatos, tanto el de chicas como el de chicos. Y me pareció el dinero mejor dedicado que había.
Puesto que íbamos a pasar aquí dos noches y habíamos quedado con el padre Anbuillam por la tarde que nos llevaría a los orfanatos. Contratamos un conductor por un día entero, porque entre las mejores cosas que hacer en Chennai, habíamos leído que una era visitar un parque de cocodrilos, se llamaba www.madrascrocodilebank.org pero estaba un poco alejado de Chennai así es que a través de padre Anbuillam contratamos a este conductor que por 8 horas (de 9:30 a 17:30) nos llevó a todos los sitios más importantes de la ciudad incluido el parque de cocodrilos que os he mencionado arriba por 2500 rupias con parking, tasas y cualquier plus que puedan inventar incluido os dejo su teléfono por si os interesa E.Kannan 7871304488.
La primera parada que le pedimos fue al parque de cocodrilos, una pasada de lo cerca que los podías ver y como impresionaban sus pedazos de dientes. También había varios tipos de tortugas de distintos tamaños incluso serpientes.
De allí nos fuimos a visitar la iglesia de San Thome, en la cual hay restos del discípulo, solo tres en el mundo con restos de alguno, pero arquitectónicamente no nos pareció nada del otro mundo.
Después fuimos a Marina Beach que es una playa muy muy ancha, tanto que resulta costoso llegar hasta la orilla.
Puesto que los templos estaban cerrados y no los habría hasta por la tarde decidimos ir a visitar los dos orfanatos, nos dirigimos a la dirección que nos había dado el padre Anbuillam y él se montó en nuestro coche y nos llevó a ver a los niños.
No sabíamos que nos esperaban, y estaban todos sentaditos hasta que abrimos la puerta y se levantaron y empezaron a aplaudirnos, fue emocionantísimo, dos niños se levantaron y nos regalaron dos saris preciosos, nos lo pusieron ellos a cada uno de nosotros. Luego el padre les estuvo explicando que veníamos de España y que les habíamos llevado dinero, con el cual, entre otras cosas les iban a comprar sillas, si vierais las sonrisas de esos niños, eso no tenía precio alguno, esa sonrisa de agradecimiento no se puede pagar con todo el oro del mundo. Una vez más se me caían las lágrimas sin poder parar, pero no eran de tristeza sino de emoción, de la emoción de saber que, con nuestro granito de arena, podemos ayudarles a mejorar un poquito la vida de ellos. Y de nuevo, este fue el mejor momento del viaje, el momento de mayor emoción. Y contado esto, tras jugar con ellos un partido de futbol, y charlotear un poco en inglés, nos dimos cuenta que eran muy poquitos los que nos entendían, la gran mayoría no. Y para ellos, cualquier salida pasa por saber inglés.
Mucha de la gente que mejor vive en India es porque se dedica al turismo, y una salida obligatoria para ello, es el idioma. Nada más salir de allí, le comenté a Raúl que podíamos tratar de buscarles una persona que fuera a darles un par de horas a la semana inglés. Escribí a un par de academias de allí desde el móvil, pero no he recibido respuesta, lo volveré a intentar en breves. Y si alguien está interesado en ayudar a estos niños y niñas puede ponerse en contacto conmigo y encontraremos la mejor manera para usar ese dinero. Bastan 5€ o10€ al mes para poder ayudarles.
Tras visitar a los niños, nos llevaron al de niñas. Y también nos esperaban, nos cantaron una canción de bienvenida y nos pusieron dos collares que nos habían hecho con hojas de plantas, tela y un jarrón con cartulinas recortadas, que de nuevo nos hicieron volver a llorar de emoción. Qué bonitas son, me he traído muchas caras grabadas en la mente, y me pregunto ¿sólo por la suerte de haber nacido en la otra punta del planeta merezco toda esta riqueza que ellos no tienen? No podemos cambiar el mundo, pero quizás sí, la vida de estas niñas y niños. No existiría en el mundo mayor recompensa que el saber que parte de nuestro dinero ha podido ayudar a que 10, 15, 20 o todos esos niños puedan tener un futuro más digno.
Y bueno, ya no me enrollo más. Que sé que esto es un blog de viajes, pero por favor, pensarlo un minuto.
Ya de aquí, con el alma renovada, nos llevaron a los templos de Kapaleeshwarar and Parthasarthy y al templo de Ramakrishna Mutt.