El día de hoy toca madrugar para aprovechar la escala del vuelo y conocer Lisboa. En el hotel de Madeira, como comenté fueron superamables y nos prepararon un picnic super completo.
Para hacer una escala de un día en Lisboa y aprovechar al máximo es totalmente recomendable que en la estación de metro del mismo aeropuerto compréis la tarjeta para 24 horas. Hay una garita con una persona si no os entendéis muy bien en la máquina. Os va a incluir metros, buses y tranvías. Y Lisboa es muy grande y si queréis conocerla a fondo e ir a la zona del monasterio de los jerónimos os vendrá muy bien esta tarjeta.
El transporte público funciona de maravilla y la tarjeta para 24 horas nos costó 6,4€+0,5€ la tarjeta por persona. Y ya con ella nos fuimos del aeropuerto al hotel, primero un metro y luego un bus donde paraba el metro. Como tendréis datos allí, lo mejor es que en Google maps pongáis la dirección de vuestro hotel y hagáis click en transporte público y os lo explicará perfectamente.
Llegamos al hotel, dejamos las maletas y nos fuimos caminando hasta la calle Rua Cor de Rosa es una calle muy curiosa con paraguas de colores y al final un arco, nos gustó.
Justo al lado está la plaza de la que salen todos los tranvías, pero como nuestra siguiente parada estaba a solo quince minutos andando de allí decidimos no cogerlo aún y fuimos hasta la calle típica de Rua de Bica que es una de las más fotografiadas de Lisboa, desde aquí puedes ver al fondo el mar y una bonita callejuela por la que sube el tranvía.
Justo al lado está la parada del tranvía 28,
nos montamos e hicimos el trayecto hasta al Panteón Nacional, que además es todo de subida. Una vez allí nos bajamos e hicimos el mismo recorrido que a la ida, pero esta vez tocaba cuesta abajo.
Pasamos por delante del bonito Mirador de santa lucia, de la Se de Lisboa, y llegamos hasta la calle Augusta, aquí está todo lleno de terrazas y restaurantes. Nosotros queríamos parar poco rato porque nos quedaban muchas cosas por ver, y además estábamos aun llenos de las comilonas de Madeira, con lo que vimos una cafetería con ensaladas preparadas y bocadillos que tenían una pinta exquisita, todo era ecológico y el sitio bonito, así es que sin pensar mucho entramos y nos comimos una buena ensalada con un bocata.
Resultó todo tan rico y barato que os lo pongo aquí el lugar porque está a un minuto del arco da augusta, A Padaria portuguesa y está ubicada en Rua do Ouro 94, la comida nos costó 27,85€ aunque he de decir que esta es la zona más cara de Lisboa para comer. Justo desde allí fuimos a ver el arco da Augusta y la bonita plaza, la plaza del comercio.
Este es uno de los rincones más agradables de Lisboa, toda llena de arcos y al fondo al mar.
Justo al lado de esta plaza nos cogimos el autobús que nos llevaba directos al monasterio de los Jerónimos.
Y desde allí, aunque está a un pequeño paseo de la torre de Belem, pero como ya estábamos agotados nos cogimos un tranvía, y otra recomendación es que lleguéis a este lugar a ver la puesta de sol, es muy bonita puesto que se puede ver en una pequeña playa que hay justo al lado de la torre.
Habíamos conseguido en un día ver todos los lugares que más me habían gustado la última vez que estuve en Lisboa y que nos llevaron varios días.
La idea de coger el tranvía hasta arriba nos ahorró mucho tiempo de andar cuesta arriba y la vuelta fue encantadora y cuesta abajo.
A la mañana siguiente debíamos madrugar mucho para coger el vuelo, tanto que aun no habían comenzado los primeros metros a funcionar, así es que llamamos a uber que funcionó de maravilla, en dos minutos estaba en la puerta de nuestro hotel y por 9,31€ nos dejó en el aeropuerto.
Bueno chicos, un placer haberos podido ayudar en vuestro viaje a Lisboa, y nos vemos en navidades en Marruecos.
Un fuerte abrazo.